Porque no todo va a ser ocio “aeromodelístico”, también nos debemos de vez en cuando al gastronómico.
La crónica por Kiko
Todo empezó el fin de semana anterior a la fiesta del 16 de octubre cuando el maestro de vuelos Antonio y el master chef Ignacio se liaron en una conversación con la idea de poner en marcha una actividad gastronómica en el club de vuelo Petirrojo para ponerlo al “rojo vivo”. Los dos estaban de acuerdo: “¡la montamos el próximo fin de semana!”…Dicho y hecho, el sábado 16 de octubre se instaló una plancha de gas a partir de las 12 de la mañana y los socios y familiares fuimos trayendo viandas y vinos además de las bebidas que teníamos frescas en el frigorífico. Nos prometimos que no nos desalojaría la policía por botellón, pero por si acaso algunos fuimos pronto para volar antes de empezar la fiesta y evitar terminar como dijo Miguel: “dos personas por mando, uno el stick de la derecha y otro el de la izquierda”…
Manjares salados y dulces, buenos vinos, música escogida, algunos vuelos y una buena compañía de amigos y compañeros de hobby, generaron el marco y el guion del evento. La fiesta fue un éxito en todos los aspectos y además una gran oportunidad para que los nuevos pilotos con sus familiares fuéramos conociendo a los más veteranos y viceversa. Y con todo esto y algunas fotos sobre la marcha para inmortalizarnos, pudimos crear un hermoso e inolvidable recuerdo. Sólo había una consigna: vamos a divertirnos. Y nos divertimos, claro que sí.
¡Ah! y además por fin conseguí volar mi Phoenix V2… ¡¡Un día perfecto!!
